La Edad Media fue un período de la historia que abarcó desde el siglo V hasta el siglo XV. Durante esta época, las casas tenían características muy distintas a las que tenemos hoy en día. En este post, te contaré cómo eran las casas en la Edad Media.
Estructura
Las casas en la Edad Media solían ser de estructura simple y compacta. La mayoría de las viviendas eran de planta rectangular y se construían con materiales locales como madera, piedra o barro.
Arquitectura
Las casas medievales tenían techos a dos aguas, es decir, inclinados para evitar que se acumulara nieve o agua. Además, tenían pequeñas ventanas, con aberturas muy estrechas y sin cristales, lo que dificultaba la entrada de luz natural y la ventilación.
Distribución
En cuanto a la distribución interna, las casas medievales solían tener una única planta con diferentes estancias sin divisiones. Las habitaciones se utilizaban para varios propósitos, como dormitorios, cocina y sala de estar, y a menudo se compartían con los animales.
Seguridad
La seguridad era una preocupación constante en la Edad Media, por lo que las casas estaban construidas de manera que fueran difíciles de asaltar. Solían tener muros gruesos, puertas y ventanas reforzadas, y en ocasiones incluían fosos o muros exteriores para evitar intrusiones.
Mobiliario
El mobiliario en las casas medievales era simple y funcional. Las camas, por ejemplo, solían ser de madera, con un colchón relleno de paja y cubierto por telas. También se encontraban mesas, sillas, armarios y baúles para guardar pertenencias.
En resumen, las casas en la Edad Media tenían una estructura simple y compacta, techos inclinados, ventanas estrechas, una distribución interna sin divisiones claras, medidas de seguridad y un mobiliario básico. Aunque muy diferentes a las casas modernas, reflejaban las necesidades y condiciones de vida de esta época histórica.